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¿Escuchas a tus pacientes?
- 05/09/2022
- Publicado por: Carlos Giménez Donoso
- Categoría: General

¿Te tomas tiempo para realizar una entrevista clínica exhaustiva?
Llevo ya unos cuantos años en esto de la fisioterapia clínica y mi respuesta no podría ser más contundente: sí, rotundamente sí, ¿cómo si no podría saber cómo actuar con cada uno de mis pacientes? De hecho, he llegado a presumir en público del hecho de que, con una buena anamnesis, puedes obtener un porcentaje muy elevado de la información que necesitas para saber qué está pasando. Pues bien, a pesar de que llevo años respondiendo esto ante estas preguntas, hoy me doy cuenta de que quizá no debería haber estado tan seguro. Me explico.
Para mí la entrevista clínica era ese espacio en el que el paciente me relataba su historia y yo, cual sabueso adiestrado en la búsqueda de pistas, iba filtrando los detalles relevantes de su relato que me podían ayudar a ir elaborando mis hipótesis y conjeturas sobre cuál podría ser su problema. Me consideraba un solucionador de problemas y, para solucionar problemas, lo primero era averiguar qué podía estar pasando, enunciar una hipótesis, y ponerla a prueba con el acto terapéutico que hubiese elegido como más indicado. Así que sí, necesitaba escuchar el relato de mis pacientes.
Sin embargo, el paso del tiempo y la perspectiva que te dan los años, si sabes mirar hacia atrás con las lentes adecuadas, me ha hecho cuestionarme si realmente estaba escuchando a mis pacientes. En mi rol de detective, filtraba el relato de mis pacientes para quedarme con los detalles que a mí me interesaban para hacer mi trabajo. Pero ¿esos eran los detalles que le interesaban a mi paciente? Y, si yo me dedico a filtrar el relato de mi paciente, ¿dónde se queda su relato entonces? Y entonces me asalta una pregunta ¿se habrán quedado relatos por el camino, historias de vida, narrativas, biografías marcadas por el dolor?
Afortunadamente, hoy, gracias a profesionales como Ben Cormack, que me ha ayudado a profundizar en ideas como la atención centrada en la persona, Tamar Pincus, que me ha enseñado la importancia de la validación de la experiencia de la persona, de la empatía cognitiva, de aprender a reconfortar a alguien que sufre y viene buscando ayuda, y gracias a estar empezando a descubrir eso de la medicina narrativa, soy mucho más consciente de la importancia de la historia del paciente. Hoy es el día en que intento escuchar su relato en profundidad, intentando entender el sufrimiento que hay detrás de la descripción de un síntoma.
Pero ojo, ser consciente de todo ello no significa ni mucho menos que lo domine. Ahora tengo por delante un largo recorrido de aprendizajes, de baches, de errores y de éxitos que me ayudarán a mejorar esa parte tan importante de cualquier relación terapéutica que es la entrevista clínica. Igualmente, esta parte digamos más humana de la entrevista clínica, no invalida ni es incompatible con la otra parte, la del sabueso. Más bien al contrario, son complementarias, entes simbióticos que se retroalimentan positivamente la una a la otra. El arte, en mi opinión, se encuentra en fluctuar de una a la otra con naturalidad, saber potenciar e incidir en cada una de ellas dependiendo de las necesidades en cada situación.
¿No me digáis que no es bonito saber que vamos a estar toda nuestra vida profesional evolucionando, creciendo y desarrollándonos a multitud de niveles?